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domingo, 30 de junio de 2013

¿Como identificar las energías vibratorias que nos rodean?. Todo es energía en continuo y constante movimiento de transformación.

 



   Muchos buscadores se plantean como identificar las energías que nos rodean y,  más concretamente, como saber hacia donde nos llevan o de donde provienen. Todo esto, desde luego, ocurre cuando hemos despertado mínimamente en consciencia a la certeza de que todo cuanto somos y cuanto nos rodea es energía en continuo movimiento de transformación.

   La Realidad no es otra que la de un conjunto de energías que por su naturaleza en un momento puntual se asocian a otras de similares características, lo que produce una tendencia vibratoria, que en mayor o menor medida, según sean los integrantes de la misma, tendrá más o menos influencia sobre aquellos que se vean en un momento dado imbuidos de la misma.

   Volviendo al buscador que comienza a despertar al conocimiento vago de estas tendencias vibratorias, sus horizontes comienzan a cambiar en tanto en cuanto estas corrientes vibratorias le son manifiestas. Es entonces que su vida comienza a dar un giro para otear nuevos aromas de Vida. Reconoce entonces que lo hasta ahora venerado carece de fundamento y que la Realidad es bien distinta.

   Sean conscientes de que somos un pequeño navío en medio de un inmenso océano, donde en ocasiones los vientos soplan con más o menos virulencia de un sentido u otro, y que las aguas en ocasiones mansas pueden volverse tortuosas y violentas. Pero, esto es lo hermoso, saberse en medio de tales circunstancias vibratorias y no fruto de casualidades que, a la postre, sólo producen lamento y zozobra.

   El Sabio, ha llegado a la conclusión de que para avanzar primero debe aquietar sus propias energías, con lo que escapa al influjo, en ocasiones casi irrefrenable de tendencias vibratorias más ásperas e inquietantes. Sometiéndose a sí mismo, observa pero no reacciona. Se ve en medio de la inmensidad vibratoria de la Creación, pero sólo esto, nada más.

   De esta manera, el Sabio es consciente de su navío, identifica sus velas, otea el inmenso océano que le rodea y, sobre todo, permanece calmo. Fruto de este estado, sus vibraciones se transforman para buscar asociaciones energéticas más afines. Pronto nuevos vientos le conducirán por el Camino en compañía de otros navíos de su misma naturaleza vibratoria.

   Así, toda la Creación se moviliza, sólo que cada uno es conducido por los vientos afines a su propia naturaleza vibratoria. Si quiere cambiar de tendencias vibratorias, debe someterse a sí mismo, abandonarse a la meditación contemplativa y significarse como testigo desapegado de cuanto acontece en usted y alrededor suyo.

   El Sabio conoce sin estudiar, avanza sin movilizarse, identifica sin escrutar. Usted como buscador de la Verdad, debe rendirse a la Realidad vibratoria de todo cuanto acontece. Nada escapa a este símil, todo es energía en continuo movimiento de transformación. No crea ni por un sólo instante que hay un solo ser que permanezca estanco, pues esto no obedece a la Realidad de que toda energía se transforma por causa de la interacción con otras energías de igual o distinto calado vibratorio.

   Las interacciones vibratorias con otras energías de nuestro mismo calado vibratorio nos hacen experimentar cierto estado de seguridad, pero algo bien distinto ocurre cuando se produce una interacción con otras tendencias vibratorias de mayor o menor calado que las nuestras. Es entonces que se produce un quebranto, un shock que nos confunde y/o hasta desestabiliza.

   Tengamos bien presente, que somos energías que precisan de otras energías para interactuar, para friccionar y, fruto de ello experimentamos, reconocemos y, finalmente crecemos. Nada ni nadie escapa a esta Verdad.

   Por esto, el Sabio, medita contemplativamente para observar sin reaccionar a qué tendencias vibratorias se ve sometido, observa los vientos que soplan y, sólo entonces, sabrá qué hacer y cómo hacer. Estas observaciones son ajenas a la naturaleza humana, es decir, no son fruto de la mente o la carne.

   Para reconocer las tendencias vibratorias debemos aquietarnos en primera instancia, convertirnos en observadores desapegados de todo cuanto acontece, para finalmente ser reconocedores de las circunstancias vibratorias que pululan a nuestro alrededor y, de las que somos presa casi ineludible por afinidad.

   No sufra por las circunstancias vibratorias de su vida, no sea corto de miras en la interpretación de tales sufrimientos, tan sólo dirija su atención hacia el interior. Desapéguese de lo hasta ahora conocido como cierto y haga oídos sordos a los pensamientos febriles que le aconsejen de aquí o de allá. Pues si se quiere ver se deben cerrar los ojos, si se quiere oír se deben cerrar los oídos. Transforme su mundo interior, para que las vibraciones cambien en busca de nuevas asociaciones afines.

Si nuestro interior cambia, las circunstancias vibratorias lo hacen para buscar nuevos retos que le sean afines. Sólo debe meditar si ¿ha llegado mi momento?.


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domingo, 23 de junio de 2013

El buscador de la Verdad y el Maestro



   Amados hermanos míos...

   Las sensaciones, las emociones y los pensamientos os sumergen en un mar de incongruencias vibratorias que perturban el correcto discernimiento. Ustedes miran pero no ven, con lo que caminan a tientas por entre las tinieblas de la ignorancia.

   Muchos de ustedes en este mundo se erigen en maestros capaces de hacer que las masas les sigan y hasta veneren, ¿pero cómo un ciego puede conducir a otros tantos?. Tamaña desventura merece una profunda reflexión, de manera que las observaciones cobren sentido que se fundamente en el espíritu y no en la carne o mente.

   El buscador de la Verdad auna esfuerzos que le saquen de este mundo que ya no le es franco en sintonía vibratoria y, para ello, buscan incansablemente qué o quién le ponga en el Camino. De aquí en adelante unos se apoyarán en otros para ir creciendo en conocimientos y aptitudes de manera que, antes o después, lleguen a un punto muerto donde las enseñanzas y las vivencias hasta ahora aparentemente profundas queden  sin reflejo.

   Y este es el momento en que el globo del ego henchido por "tantos conocimientos" no les permita observar en modo alguno el Camino, la Verdad y la Vida.

   Es entonces que aquellos conocimientos que te han sido suministrados por maestros de lo mental, dejen de cobrar sentido para usted que tras años de búsqueda sigue presa de las tempestades de este mundo. Llega el momento de cambiar de tercio y redirigir la atención hacia adentro, pero no de un modo controlado o bajo condiciones de liturgias dominantes.

   Es el momento en que el buscador debe cesar su actividad febril y abandonarse a su propia esencia espiritual. Tengan ustedes bien presente que hasta que la mente no cese en su actividad, no serán capaces de observar más allá de las apariencias de la carne y los límites que marque la mente. Si usted piensa entonces se restringe a los dominios de este mundo mental, mas si usted cesa entonces el horizonte carecerá de límites.

   Una vez el buscador deje de serlo, nuevos horizontes le son revelados ante la entrega sincera y desinteresada. Y, la Verdad se acercará para revelarle el Camino. Es entonces que usted podrá divisar al Maestro que hasta entonces pasaba desapercibido, pues él no busca réditos de este mundo que le es ajeno por completo.

   Sólo entonces la vasija de su espíritu estará presta para recibir aguas que le inunden de la Verdad y la Vida que le encaminen hacia nuevos horizontes de Realidad. Ese será el primer gran paso que haga que por lo menos uno de sus ojos observe por entre la espesura vibratoria que antes le cegaba para no permitirle operar con naturalidad.

   Este es un mundo de ciegos donde sólo unos pocos han comenzado a abrir los ojos a la Verdad y sepa usted que ninguno somos diferentes del resto, ni mejores ni peores, porque por algo será que compartirmos este encierro pactado en la cárcel de la mente que gobierna este mundo con mano férrea.

   Sepa que la Vida le espera, y que no será capaz de encontrarla hasta que la mente cese en su actividad frenética. Muchos dicen ver, pero de cierto les digo que pocos ven. Muchos dicen saber, pero de cierto es que pocos saben.

   Entréguense al espíritu, cesen la búsqueda y sumérjanse en meditación contemplativa, pues el horizonte estrecho de la mente ya no cabe para muchos buscadores. 

   Queden en paz
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sábado, 1 de diciembre de 2012

DE LA BÚSQUEDA AL ENCUENTRO

Que las aguas sigan su curso...



Foto de Anaga en Tenerife - copyright Carlos García 


   "Has de saber, oh hermano mío, que entre la vida mental y la espiritual existe un largo sueño del que pocos despiertan para ser conscientes de ello. Muchos buscaron, pero de cierto es decirte que muy pocos hallaron el propósito de su búsqueda".

   "Lo infructuoso de la búsqueda no fue, en la mayor parte de los casos, porque adolecieran de buenas intenciones, sino porque éstas tenían una base mental que las dotaba de incoherencia para el espíritu. Sólo aquellos que movidos por la certidumbre que les ofrecía la quietud mental fueron capaces de abrir los ojos tras un largo sueño".

   "Estos que despertaron antaño fueron conscientes por fin del engaño al que rendían pleitesía, pues la Realidad era bien distinta a como venía orquestada por la interpretación equívoca de la mente a través de los sentidos carnales. Con el despertar, el espíritu magnifica su actividad para ensanchar sus vibraciones más allá de lo hasta ahora conocido como cierto".

   "La libertad no se gana a través de una lucha enconada y cruenta contra todo lo establecido, ni siquiera contra la mente que manipula tu entendimiento de la Verdad. No yerres en el sendero, pues cierto es decir que sólo con la entrega contemplativa podrás observar las apariencias de las que eres presa".

   "Algunos se someten a actos constrictivos, flagelantes, ascéticos, litúrgicos y hasta denigrantes con la finalidad de alcanzar la dicha de la Virtud espiritual. Pero has de saber que estos actos son condicionados por la voluntad que se fundamenta en el medio mental, luego el resultado es entrar en un bucle que se retroalimenta por sí mismo".

   "El hecho inequívoco es que las búsquedas no son propicias para el espíritu y, no obstante, la mente se jacta de ellas encumbrándose y despreciando a aquellos que no siguen el mismo camino. Esto es un error de facto, pues el espíritu que se reconoce y se libera se funde con su entorno para amarlo y respetarlo ya que el uno y el otro son partes de un mismo engranaje existencial".

   "Hermano mío, no caigas en la autocomplacencia y sumérgete en la vida carnal y mental siendo consciente del letargo necesario al que te has sometido para el propósito del crecimiento. Observa paciente el desarrollo de los acontecimientos sin que éstos afecten tu quietud de observador inquebrantable".

   "Sabio es aquel que escucha, pero limitado si de una palabra surge una pregunta. Para escuchar primero se debe aquietar la mente para que el espíritu interprete sin adulteración las vibraciones que le son conferidas".

   "La sabiduría no se busca, se encuentra. La Verdad no conoce de propietarios, pues el que la encuentra la observa pero no la toma para sí".

   "Observa, sólo observa, oh hermano mío..."

   
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viernes, 9 de marzo de 2012

BUSCADORES DE LA VERDAD - DE LA ILUSIÓN MENTAL A LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL.

   LOS BUSCADORES DE LA VERDAD

   Soy consciente de todo aquello que me rodea, y me refiero a la vida tal cual tomamos la mayoría como cierta. Pues bien, ésta no es tal, sino una ilusión que hemos aceptado como una realidad. Estamos condicionados por lo que la mente interpreta en cada momento de nuestra existencia carnal. Por otro lado, la mayoría busca la justicia desde la óptica de una sola existencia física, ¿cómo es posible que estemos tan ciegos?.

   La Justicia sólo puede observarse y manifestarse en el conjunto, y no en la individualidad de una existencia. Para evolucionar debemos reencarnar, y de esta suerte ir saldando deudas kármikas producto de las distintas acciones e interacciones acaecidas en tiempos pretéritos.

   Para el que es capaz de ausentar la atención de la carne y del mundo material en general, empezará a interesarse por otros puntos de vista que se escapan a lo que en apariencia parece justo y certero. El buscador nace como producto de un estado evolutivo vibratorio que le ensalza a buscar un plus de Realidad.

   En esos primeros años, el buscador se interesa por distintas filosofías y se presta a devorar toda clase de conocimientos que le conduzcan hacia aquello que ansía, pero que aún no adivina. Su espíritu comienza a vibrar y a pedir paso a base de empujones vibratorios, que por momentos le elevan a nuevos estados de consciencia.

   Con el tiempo el buscador se adentra en la meditación o el Yoga como medio fundamental para alcanzar la meta, y que no es otra que alcanzar el conocimiento de la Realidad. La verdad parece esquiva pero, sin embargo, con entrega y constancia todo se dará. Importante es tener presente que todo aquel que busca, encuentra. Pero para encontrar, primero hemos de reencontrarnos.

   La mente es inflexible en su dominio del espíritu encarnado, y la única forma de vencer este dominio es renunciando, jamás luchando. Pues la misma nos enviará pensamientos en forma de flechas que invadirán cualquier equilibrio que no tenga una base sólida sobre la que que sustentarse. Los pensamientos generan emociones o sentimientos debido a que la atención se dirige a tiempos futuros o pretéritos, por tanto, se produce un descenso vibratorio plausible.

   Para enfrentar al poderoso arquero mental y sus incisivas flechas pensantes hemos, sin duda, de mantener la atención en el presente, pues este es el tiempo del espíritu. El espíritu no conoce de pasado ni de futuro, pues la Realidad es que sólo el ahora merece de la atención del espíritu. Así, el arquero saca sus flechas ante aquel que ha osado ignorarle e intentar salir del redil de su reino, mostrando toda su furia para no permitir tal traición.

   Llegados a este punto, el fragor de la batalla se hace notar sobre el buscador, y es entonces que debe mostrarse sólido y constante, pues los ataques se irán recrudeciendo a medida que se acerque a la meta. Poco a poco, y con la práctica de la meditación y la actitud de rendición y entrega, los pensamientos irán cediendo para permitir que el silencio vaya tomando posiciones. Luego el presente se hace centro de atención del buscador para permitir que el espíritu se vaya manifestando.

   Pero la mente no cejará en su empeño, así que no debemos bajar la guardia y permanecer atentos a los movimientos de la misma. Sigamos mirando hacia nuestro interior, pues es ahí donde hallaremos el camino que nos conduzca a la liberación. Y llegará el día en que la mente sea derrotada ante la ignorancia de aquel al que controlaba con sus feroces ataques. En ese momento, el silencio ya no abandonará jamás los territorios recientemente conquistados, y el buscador habrá ya reconocido la Realidad del espíritu, de manera que los sentidos ya no podrán seguir manteniendo el engaño y la ilusión de un mundo que no es tal.

   Con la ausencia de pensamientos llega la ausencia de dudas, y entonces todas las ilusiones se disuelven para dar paso a la Verdad del espíritu liberto. Este buscador ya no seguirá buscando, pues se ha encontrado, y en el reconocimiento está la Realidad.

   Desde otros planos, así como de otros mundos más evolucionados, me invitan a tomar posiciones en el conocimiento de la Realidad del espíritu. Toda la creación es una vaga ilusión de lo que subyace en ella, que es el Espíritu. Todo es espíritu y no mente como aparentemente parece ser. Para el que se ha reencontrado, esta nueva óptica cambia radicalmente su visión de la vida, y como me han mostrado nuestros hermanos extraterrestres, todo es energía, es decir, vibraciones.

   Todo vibra, y con la capacidad para alterar las vibraciones llega la libertad para escapar al dominio de las mismas sobre nosotros. Cada mundo físico obedece a un estado vibratorio predominante, por lo que con la elevación por encima de éste, el sujeto escapa a las leyes naturales de este mundo, siendo capaz de obrar de manera extraordianaria. Este espíritu encarnado ya no pertenecerá más a este mundo vibratorio.

   Será entonces que viviremos en la Realidad y no en la realidad ilusoria del mundo material. Viviremos como uno más, sin embargo, no estaremos sujetos al control de la mente. Nuestra existencia será de acciones derivadas de impulsos vibratorios que nuestro espíritu interpreta de manera inspirada en cada momento.

   Los tiempos en que el buscador abandone la búsqueda para reencontrarse con su propia Realidad existencial han llegado. Nada queda ajeno a aquel que se reencuentra. Miremos hacia adentro, pues ahí se halla la Verdad. Cuando estemos en conocimiento de la misma, contemplaremos la Creación como un conjunto energético con distintos coloridos vibratorios. Todo es energía, somos energía, y esa es la Certeza del Reino.

 

 
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